Si vienes a cotillear, te diré que soy
un tipo que solo hace lo que le gusta.
Mi curriculum mortis es amplio y variado, pero como todos, es aburrido y no interesa a nadie. Así que solo te contaré un par de cosas:
Fui el primer embajador en España de Ágora Speakers International, una organización que desarrolla las habilidades de comunicación y liderazgo, y el fundador del club Parlanchines el primer club de Ágora Speakers en España.
Ahora Parlanchines ya no es ese club, pero sigue teniendo mucho que ver con mi pasión por la palabra hablada.
No has venido aquí para saber quién soy, sino para saber si puedo ayudarte con tu problema y con quién te juegas los cuartos.
Puede que para ti hacer una presentación sea difícil, que tengas miedo a hablar en público o necesites ayuda urgente porque tienes una ponencia muy pronto y no sabes por dónde empezar.
Sueñas con presentar tus proyectos y que te aplaudan por lo bien que lo has hecho, aunque sabes que es solo un sueño.
Crees que esto no es para ti, que no eres capaz, porque simplemente no tienes esta habilidad y nunca la tendrás.
A mí tampoco se me daba nada bien:
Era tímido, vergonzoso, evitaba levantar la mano para preguntar nada, ni para responder cuando me sabía la respuesta en el cole.
Ahora sigo siendo tímido y un poco menos vergonzoso.
Pero ¿Sabes qué? Que he aprendido a hablar en público y disfruto como nadie encima de un escenario.
Parece mentira cuando pienso en lo mal que lo pasaba antes.
Quería hacerlo y a pesar de mi timidez, aprendí.
Me costó demasiado tiempo, dinero y esfuerzo; pero ahora disfruto haciéndolo.
Me gusta ayudar a otras personas a hablar en público, porque es como si ayudara a mi yo de hace unos años.
Habrás oído muchas veces a gente decir
—Esto que hago lo haría gratis…
Yo puedo ahorrarme ese «haría» porque lo he hecho durante años. Pero eso tiene sus limitaciones…
Ahora puedo ayudar a más personas y lo hago bien. Veo lo rápido que avanzan y alucino con las presentaciones, ponencias y discursos que son capaces de dar.
¡Ey! Antes de darle a enviar, échale un ojo a la información básica sobre protección de datos aquí.
Te enseño cómo perder el miedo a hablar en público, cómo darle una buena estructura a tu discurso, y cómo hacer una presentación impactante en menos de un mes, aunque ahora te estén entrando los sudores de la muerte y te tiemblen las piernas de pensarlo.
Porque no te dejo ir a tu aire.
Ir a tu aire no ha hecho que avances.
Ir a tu aire consigue que lo dejes todo para después, siempre para más tarde.
De esta manera, conmigo a tu lado no te quedará otra que conseguir tu objetivo.
En mis cursos huyo de las mentiras que circulan sobre hablar en público, para que no pierdas el tiempo con lo que no funciona.
No uso atajos, ni trucos para que tu aprendizaje sea duradero, no un trámite para aprobar un examen.
Solo enseño la teoría que necesitas ahora, para que vayas rápido, dejando el resto para cuando toque. No quiero demostrar lo que sé, quiero que avances.
Me centro en lo que te importa en este momento, que es perder tu miedo y tus ganas de vomitar para que empieces a dar tus primeros discursos.
Lo de las charlas Ted lo dejamos para otro momento.
Ahora toca esto
Vas a practicar lo máximo posible, para que fijes los conocimientos y experimentes las buenas sensaciones.
Como sigo adivinando, puede que te estén entrando ganas de apuntarte a mi curso, pero antes prefiero que me conozcas mejor.
Así que te voy a pedir que te suscribas a mi lista de correo. Quiero que sepas que escribo con mucha frecuencia, casi a diario.
Conocerás más sobre mí, y te escribiré mucho sobre hablar en público.
Además recibirás gratuitamente mi guía en vídeo sobre cómo hacer presentaciones profesionales sin aburrir a las piedras.
Y lo único que tienes que hacer ahora mismo es mandarme tu nombre y tu correo, ese que lees a diario:
¡Ey! Antes de darle a enviar, échale un ojo a la información básica sobre protección de datos aquí.
Si tuvieras que hacer una presentación ante desconocidos, ¿hablarías sobre ti?, ¿sabrías cuándo hacerlo y cómo?
Conoce las técnicas de los grandes comunicadores y aplícalas en tus presentaciones para cautivar a tu audiencia, aunque te entren sudores, temblores y náuseas de pensarlo.